Muchos de nosotros sabemos cuándo tenemos que hacer cambios importantes en nuestra vida, nuestra carrera o nuestra empresa, pero por alguna extraña razón simplemente no tomamos acción para hacerlo.
Simplemente no somos capaces de modificar nuestros hábitos actuales el tiempo suficiente como para intentar siquiera hacer un cambio.
Ahora bien, también estamos aquellos que comenzamos a tomar acción hacia nuevos hábitos, pero rápidamente volvemos a caer en nuestra zona de confort, que al final resulta que no es tan cómoda como parece a primera vista.
Eso explica en gran medida por qué las autoridades médicas indican que las enfermedades relacionadas con el estrés están aumentando a un ritmo alarmante; los niveles de obesidad están en aumento y también explica por qué un 70% de las nuevas empresas fracasan en sus primeros 5 años.
Es obvio que hay una gran cantidad de cambios que podríamos hacer, cambios que nos llevarían a una vida más plena y más feliz, pero simplemente, en ocasiones no sabemos cómo hacerlo.
Pensando en eso quiero compartirte un método muy eficaz, te ofrezco la siguiente guía para ayudarle en hacer ese cambio que has estado pensando.
- Elimina el desorden.- Mi abuela al trabajar en su jardín para hacer que sus plantas crecieran y prosperan, lo primero que hacía era espacio para plantar las semillas. Como sabemos nada crece donde hay mala hierba o tierra infértil. Lo mismo se aplica a tu mente. Si su mente está repleta de cosas, no tendrá espacio para sembrar las semillas del cambio. Y como resultado, no tienes el tiempo ni la energía para cultivar las nuevas semillas para que puedan crecer. ¡El estrés es la mala hierba que crece en tu mente!
- Por qué es tan importante para ti este cambio?.- El mayor obstáculo para el cambio es la falta de claridad de porqué ese cambio es realmente importante para ti. Muy a menudo fallamos en hacer ese cambio porque no es lo que realmente deseamos. ¿Te suena? Así que tenemos que asegurarnos de que este cambio que estamos intentando es algo de lo que no estamos dispuestos a prescindir. Tenemos que ser muy claro en esto. Tenemos que tomar en cuenta todo lo que se verá afectado por este cambio. Un cambio en nuestra empresa puede tener un impacto en nuestra vida familiar. Si valoramos nuestra vida familiar más que el crecimiento de la empresa, entonces no vamos a estar 100% comprometidos en lograr ese cambio.
- Un paso a la vez.- Una vez tienes clara la meta, tu destino, hacía a dónde te diriges, es mucho más fácil dividir el viaje en varias escalas en tu mapa de cómo llegar allí. Planifica, divide los pasos en una escala de tiempo y celebra tus pequeñas victorias en el camino. Es mejor ir acumulando esas pequeñas victorias pues te darán la estamina y dopamina para seguir adelante y lograr llegar a la meta final.
- Apaláncate en tus fortalezas.- No es lo que percibimos como nuestras debilidades lo que nos hace llegar a la línea de meta. Tenemos que concentrarnos en nuestros puntos fuertes y cómo podemos aplicarlos mejor a los cambios que estamos a punto de hacer. Las áreas percibidas como debilidad son nuestras oportunidades de educación a lo largo del camino, pero son nuestras fortalezas lo que inevitablemente nos llevará hacia la «tierra prometida». En los negocios, por ejemplo, si creemos que nuestra fortaleza no está en las finanzas, entonces necesitamos en nuestro plan incluir algún tipo de asociación, contratación o la tercerización con alguien que sea fuerte en esta área. Esto nos permitirá concentrarnos en la aplicación de nuestras propias fortalezas para la tarea en cuestión.
- Mantenerse enfocado.- Como un deportista famoso dijo «cuanto más practico, más suerte tengo». Tenemos que permanecer trabajando y llevando a cabo nuestro plan, no quitar la vista del destino final. Para ello debemos crear una fuerte estructura de apoyo que nos mantendrá en el buen camino, que nos apoye cuando vacilamos o cuando las barreras se lanzan en frente de nosotros.
¿Qué cambios importantes son aquellos que quieres lograr en los próximos meses?
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