¿Cuántas veces has ido a tu oficina por la mañana con una lista de acciones importantes para concluir ese día, sólo para salir por la tarde con la misma lista, o peor aún una lista más larga?
¿Alguna vez has terminado tareas realmente creativas, tareas tales como la realización de una estrategia de negocio, o normalmente las dejas para el final cuando ya estás cansado?
Las investigaciones muestran que un directivo típico dedicará solamente de 30 a 40% de su tiempo a las cosas que son más importantes en su trabajo, es decir, al cuadrante II. Además, pocos gerentes saben cuándo están en su momento más creativo. Por lo general no saben cuándo es su “Horario Estelar”.
Entonces, ¿cómo sacarle partido al potencial que tienes en tu día de trabajo?
En primer lugar, es necesario examinar la forma en que estás actualmente gestionándote a ti mismo. Elige una semana y lleva un registro diario, por hora, de las tareas que vayas realizando, mantenlo simple y sencillo. Luego, al final de la semana analiza la cantidad de tiempo que pasaste en aquellas tareas que son realmente importantes para tu empresa y la cantidad de tiempo que has dedicado a las urgencias y a las actividades insignificantes.
Utiliza este registro para empezar a pensar en cómo puedes delegar, eliminar, o simplemente ignorar las tareas triviales y sin importancia en tu día. Si logras liberar sólo el 20% de tu tiempo eliminando estas actividades que te hacen perder tiempo, entonces tendrás un par de meses cada año para lo importante.
En segundo lugar, es necesario establecer algún tipo de estructura de la autogestión. Como gerentes pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en las personas y las actividades de gestión funcionales.
Tenemos sistemas de planificación, calendarios electrónicos y herramientas de gestión de programas para el control de nuestro desempeño en estas áreas, pero que rara vez se aplicamos al 100 estas herramientas y técnicas para lo más importante en nuestras vidas …… es decir, a nosotros mismos. Nos encanta llenar nuestras agendas con citas con clientes, proveedores y colegas pero nunca hacer citas con nosotros mismos.
Por último, identifica tu “Horario Estelar”. Es decir, cuando estás realmente en tu mejor momento
¿Cuándo tienes tus pensamientos más creativos? ¿Cuándo tu cabeza se llena de grandes ideas y de innovación?
Para algunas personas esto es a primera hora de la mañana. Otros, tal vez a la hora del almuerzo o ya en la noche. Es muy útil el llegar a conocerte a ti mismo y entender cuál es el momento del día óptimo para ti. Ese es el momento de oro en tu día de trabajo. No lo desperdicies en actividades sin sentido, poco importantes o triviales. Mira a tu lista de cosas y tareas por hacer e identifica los que requerirán de tus mejores procesos de pensamiento.
Asegúrate de que utilizas ti “Horario Estelar” sabiamente. No sólo tu rendimiento será mejor, sino que también será más eficiente.
Utiliza sabiamente tu “Horario Estelar” lo que se traducirá en una importante ventaja competitiva para ti.
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