¿Te sabes esta historia?
Había una vez un granjero muy preocupado y extremadamente atareado porque se le escapaban cada día muchas gallinas de su corral.
El granjero se pasaba el día persiguiendo a las gallinas y no tenía ni un solo segundo para sentarse y descansar.
Cierto día, un señor que pasaba por allí, al verlo tan atareado corriendo tras las gallinas le dijo:
– Perdone un minuto, ¿sabe que tiene un agujero en la valla y por ahí es por donde se le escapan las gallinas?
– Ya lo sé, y ¿qué quiere que haga? – le contesto el granjero.
– Hombre, ¡¡lo lógico sería que arreglase el agujero de la valla!!
– Ya lo sé, pero es que no tengo tiempo de arreglarlo, ¿o es que no se da cuenta que me paso todo el día persiguiendo a las gallinas?
¿Te suena familiar esta historia? ¿Qué te impide detenerte un instante?
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