Año nuevo, nuevos propósitos
¿Por qué es que el Año Nuevo nos hace ver la vida de otra manera?
¿Por qué es que sólo parece que estamos decididos a cambiar nuestras vidas una vez al año?
Pero ¿qué pasa con tu carrera o tu negocio? ¿Qué propósitos vas a hacer para el 2014? ¿Qué vas a dejar de hacer? o, como yo prefiero, porque es más positiva, ¿qué vas a empezar a hacer?
Aquí están algunas sugerencias que han funcionado durante el año, tanto para nosotros y muchos de nuestros clientes. Si quieres puedes probar uno o dos de ellas…
Escribe tus metas y objetivos
Las metas no son nada bueno, a menos que se las pongas en papel. Esta sencilla pero eficaz acción te fuerza a pensar en ellos de una manera más tangible y precisa que cuando andan dando vueltas en tu cabeza. También los hace mucho más fácil de comunicarse con los demás.
Mide tus cosas importantes
Si algo es importante para ti, ¡mídelo! Hay un viejo refrán que dice, si no se puede medir, no se puede mejorar. Incluso si no encuentras una manera obvia de hacerlo, profundiza un poco y busca algo que puedas adherirle y que puedas medir. Tal vez no puedas medir las calorías de la hamburguesa que vas a comerte, pero sí cuantas hamburguesas te despachas en el mes. Sólo cuando se mide algo, sabemos cuánto se puede mejorar.
Conviértete en tu propio cliente
Las ideas verdaderamente grandes vienen de los cambios de paradigma o, para decirlo simplemente, ver algo desde el punto de vista de otra persona.
Cuando Apple introdujo sus primeras computadoras eran diferentes a todo lo que había venido antes. ¿Por qué? ….. ya que fueron diseñados para ser utilizados por las personas analfabetas en informática. Este enfoque era fundamentalmente diferente al del mercado que dominaba IBM. Este enfoque simple «usuario en primer lugar» se encuentra todavía en el corazón del negocio de Apple y es por eso que siguen creando productos innovadores.
Aunque suena simplista, realmente entrar en la cabeza de quién va a usar tu producto o servicio es la clave para el marketing.
No asumas que ya conoces a tus clientes o compañeros (recuerda, suposición es la madre de todas las cosas mal hechas). Así que, tomate el tiempo y convertirte tú mismo en uno de tus clientes, esto podría confirmarte lo bueno que eres.
De vez en cuando, intenta algo nuevo
Tal vez recuerdes un anuncio a principios de año que decía «todos los días, haz algo que te asusta». No estoy seguro de que yo iría tan lejos, pero te sugiero que de vez en cuando, hagas algo diferente. Intenta algo nuevo, pero asegúrate de medirlo (véase el punto anterior). No sólo te va a obligar a repensar algunos viejos paradigmas, también es emocionante y desafiante, y eso es bueno para el alma…
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